En el mensaje “Parémonos Firmes en la Brecha” fuimos animados a continuar en oración y ministrar las necesidades de los otros; a estar firmes en la brecha por aquellos que necesitan protección contra los ataques del enemigo. Vimos nuestra responsabilidad de no perder la esperanza sino mantenernos firmes mientras sea necesario. Esto requiere perseverancia y completa confianza en Dios. Puede ser difícil si continuamos “manteniendonos” pero Dios nos parece lento para responder. Podemos estar muy desanimados cuando pensamos que comprendemos COMO El debería responder.
Lázaro estaba enfermo a punto de muerte. Sus hermanas estaban poniendose en la brecha ministrando sus necesidades; ellas aún enviaron palabra a Jesús con la esperanza que El ayudaría.
Juan 11:4-6
“Oyéndolo Jesús, dijo: Esta enfermedad no es para muerte, sino para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella. Y amaba Jesús a Marta, a su hermana y a Lázaro. Cuando oyó, pues, que estaba enfermo, se quedó dos días más en el lugar donde estaba.”
Jesús no respondió de inmediato – y durante esta tardanza, Lázaro murió. Aún esta tragedia fue para la gloria de Dios. Cuando Jesús finalmente arribó, levantó a Lázaro de la muerte y enseñó un importante mensaje del evangelio: “Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá” (Juan 11:25).
Lázaro y sus hermanas hubieran preferido una sanación durante la fase temprana de la enfermedad – pero ese no era el plan de Dios. Su plan incluyó mucho más que el sufrimiento temporal de una familia. Su plan era enseñar a mucha gente, a través de muchas generaciones y hasta este día y más alla, que El era el camino seguro a la vida eterna. Su plan y su tiempo eran perfectos.
Cada uno de nosotros hemos tenido una oportunidad de servir a las necesidades de otros. Pero mientras servimos NUNCA debemos quitar nuestra mirada de nuestro Padre Celestial. Nuestro “trabajo” es estar firmes en la brecha ante El y ministrar en la forma que El dirija. Nunca es nuestra responsabilidad “arreglar” a la gente o las circunstancias que nos hemos sido llamado a servir. Si serviremos fielmente, encontraremos que Dios actualmente usa nuestro esfuerzo en el ministerio para arreglar muchos problemas en nuestra propia vida, como la confianza; “Esperad en él en todo tiempo, oh pueblos; Derramad delante de él vuestro corazón; Dios es nuestro refugio” (Salmo 62:8). Nuestra falta de confianza es revelada cuando nos rendimos – cuando nos desesperamos y perdemos la esperanza.
Cuando nuestro área del servicio parece estar fuera de control – cuando las necesidades parecen sobrepasar nuestra habilidad de servir y Dios parece lento para responder – debemos continuar confiando en El con todo nuestro corazón. Estos tiempos de prueba Espiritual nos acercan a Dios mientras abandonamos TODO a su soberano cuidado. Solo El conoce Su plan – y Su plan es perfecto. Continuemos confiando en El y sirviendole como El dirige. Continuemos nuestro caminar con nuestros ojos puestos en Dios sin perder la esperanza.
Tenga un Dia Centrado en Cristo!
Steve Troxel
Ministerios La Palabra Diaria de Dios