La carta de Pablo a los Filipenses son ciento cuatro versos llenos de ánimo y gozo. Pablo no escribió esta carta para explicar teología profunda o tratar con un pecado en particular. En lugar de eso, su propósito era expresar amor por sus amigos y animarlos a ellos (y a nosotros) a vivir una vida Cristiana llena de gozo.
En el capítulo uno, Pablo nos anima para que el trabajo de Dios en nosotros CONTINUARÁ; “que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará” (1:6). En el capítulo dos se nos anima a “Haced todo sin murmuraciones y contiendas” (2:14).
En el capítulo tres, Pablo nos inspira para ver hacia adelante en nuestro caminar Cristiano; “olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta” (3:13-14). Finalmente, en el capítulo cuatro, Pablo escribe algunos de mis favoritos; “Regocijate en el Señor, siempre” (4:4); “He aprendido a vivir en todas y cada una de las circunstancias” (4:12); y, “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (4:13).
Pero sumergido dentro de estas maravillosas palabras de ánimo es probablemente el más valioso y aplicable mensaje para nuestro viaje diario con Cristo.
Filipenses 4:9
“Pongan en práctica lo que de mí han aprendido, recibido y oído, y lo que han visto en mí, y el Dios de paz estará con ustedes.”
Pablo tenía el mensaje del evangelio viviendo en el y brillando a través de el cada momento de cada día. Pero el nunca hubiera aprendido “el secreto” de regocijarse y estar contento en toda situación si solo lo hubiera aprendido “acerca” del evangelio. Aúnque es sabio, y muy útil, para estudiar y aun memorizar la Palabra de Dios, Su paz y contentamiento – Su gozo – nunca será real hasta que realmente apliquemos Su Palabra a nuestra vida: “No se contenten sólo con escuchar la palabra, pues así se engañan ustedes mismos. Llévenla a la práctica” (Santiago 1:22).
NUNCA debemos ser solo oidores de la Palabra quienes están inflados con conocimiento Bíblico. Nunca debemos enseñar las verdades Bíblicas pero fallar en aplicar estas verdades a nuestra propia vida y acercarnos aún mas a nuestro Padre Celestial. Jesús acusó a muchos de los Judíos alrededor de El de cometer el mismo error: “Ustedes estudian con diligencia las Escrituras porque piensan que en ellas hallan la vida eterna. ¡Y son ellas las que dan testimonio en mi favor! Sin embargo, ustedes no quieren venir a mí para tener esa vida” (Juan 5:39-40).
Nunca nos detengamos con tan solo amar su Palabra o Sus “actividades”. Amemosle a EL con todo nuestro corazón, alma, mente, y fuerza; y expresemos nuestro amor a través de la fe en Jesucristo y la obediencia a la dirección de Su Espíritu, mientras que tomamos lo que a diario recibimos y pongámoslo en práctica.
Tenga un Dia Centrado en Cristo!
Steve Troxel
Ministerios La Palabra Diaria de Dios