En el principio del ministerio de Elías, Dios le mandó a quedarse con una viuda y su hijo. Cuando había llegado, Elías le pidió un poco de pan. La mujer le dijo tristemente que solo tenía lo suficiente para una última comida: “no me queda ni un pedazo de pan; sólo tengo un puñado de harina en la tinaja y un poco de aceite en el jarro. Precisamente estaba recogiendo unos leños para llevármelos a casa y hacer una comida para mi hijo y para mí. ¡Será nuestra última comida antes de morirnos de hambre!” (1 Reyes 17:12). No olvidemos que hay muchos en el mundo hoy en día con este mismo sentimiento de desesperanza.
La viuda había rendido completamente su vida. Ella creía que estaba preparando su ultima comida, pero Elías le dijo que confiara en Dios y que le hiciera una comida de la harina que había. Elías le dijo que era el plan de Dios de proveer para todas sus necesidades – pero tenía que creer.
1 Reyes 17:14
“Porque así dice el Señor, Dios de Israel: No se agotará la harina de la tinaja ni se acabará el aceite del jarro, hasta el día en que el Señor haga llover sobre la tierra.”
La viuda podría haber usado el poco de comida para alimentarse a si misma y su hijo, pero arriesgó su última comida e hizo como pidió Elías. Aunque no podía ver comida extra ni entender como llegaría, tuvo fe en la Palabra de Dios y tomó acción basada en su fe. “Ahora bien, la fe es la garantía de lo que se espera, la certeza de lo que no se ve” (Hebreos 11:1).
El riesgo era grande, pero la promesa de Dios era aún más grande: “de modo que cada día hubo comida para ella y su hijo, como también para Elías. Y tal como la palabra del Señor lo había anunciado por medio de Elías, no se agotó la harina de la tinaja ni se acabó el aceite del jarro” (1 Reyes 17:15-16).
Tomar un paso de fe SIEMPRE requiere riesgo – siempre requiere entrar en lo desconocido. Si pudiéramos ver cada detalle acerca de donde Dios nos esta dirigiendo y cómo El proveerá, no necesitaríamos fe. Pero si hay algún “éxito” en el caminar Cristiano, solo vendría de la manera en que diariamente vivamos por fe – de la manera en que vivamos cada día primero escuchando atentamente al llamado de Dios y confiando en El, aún a través de nuestros temores, mientras damos un paso adonde no podemos ver. Esto es donde las verdaderas bendiciones de Dios residen.
Cuando nos llama al lugar donde tenemos la “certeza de lo que no se ve”, tenemos que caminar con valentia. Tenemos que vencer a nuestros temores con una fe fundada en las promesas de Su Palabra y confiar con todo nuestro corazón que El nunca nos dejara de Su lado. Podemos estar seguros de la esperanza que se encuentra de Jesucristo! Compartamos este mensaje de esperanza y fe alrededor de todo el mundo.
Si hacemos el esfuerzo de escuchar, es casi cierto que oiremos Su llamado. El es fiel y nunca nos desviará por el camino equivocado. Entonces, cuando escuchamos Su llamado, estemos preparados para caminar y tomar el riesgo de la fe.
Tenga un Dia Centrado en Cristo!
Steve Troxel
Ministerios La Palabra Diaria de Dios