En el mensaje “Seguros en Su Presencia” fuimos animados a guardarnos contra cualquier cosa que nos aleje de nuestra completa dependencia de nuestro Padre Celestial. Vimos como la seguridad del mundo puede en ocasiones hacer que cerremos nuestros ojos y oídos a la dirección de Dios. Volvernos seguros en el mundo también pone nuestra confianza en las cosas del mundo. David cometió este error y le costó muchísimo.
Dios describió a David como “varón conforme a mi corazón” (Hechos 13:22). David claramente vio a Dios trabajando en su vida. Cuando el fue a pelear con Goliat con solo unas piedras y una honda, el supo confiar en la fuerza ofrecida por Dios; “Y sabrá toda esta congregación que Jehová no salva con espada y con lanza; porque de Jehová es la batalla” (1 Samuel 17:47). Dios continuó protegiendo a David a través de sus pruebas con Saúl y más tarde lo llevó a muchas victorias militares como el rey de Israel. Pero hacia el final de su reino, David comenzó a confiar en la definición del mundo de fuerza y poder.
1 Crónicas 21:1-2
“Pero Satanás se levantó contra Israel, e incitó a David a que hiciese censo de Israel. Y dijo David a Joab y a los príncipes del pueblo: Id, haced censo de Israel desde Beerseba hasta Dan, e informadme sobre el número de ellos para que yo lo sepa.”
Dios permitió que Satanás tentara a David porque había un profundo orgullo en David que necesitaba ser revelado. No había nada de malo con contar a la gente – después de todo, cuando Dios sacó a la nación de Israel fuera de Egipto, le dijo a Moisés; “Tomad el censo de toda la congregación de los hijos de Israel por sus familias” (Números 1:2). Pero David se había vuelto muy “independiente” y había puesto su confianza en sus propias fuerzas y habilidades. El estaba enfocado en sus recursos – el número de hombres que podían pelear – en lugar de mantener sus ojos y oídos en el verdadero Comandante de TODAS las batallas.
David reconoció y confesó su pecado: “He pecado gravemente al hacer esto; te ruego que quites la iniquidad de tu siervo, porque he hecho muy locamente” (1 Crónicas 21:8). Aún cuando el pecado de David fue perdonado, Dios hizo cumplir severas consecuencias; “Así Jehová envió una peste en Israel, y murieron de Israel setenta mil hombres” (1 Crónicas 21:14). Como el líder de la gente escogida de Dios, se esperaba que David estableciera un claro ejemplo de completa confianza.
Dios quiere y espera la total devoción de nuestro corazón. Devoción siempre significará amor y adoración; pero esto también debe incluir nuestra sostenida y nunca vacilante confianza. Nuestro Padre Celestial establece nuestro camino y provee toda la fuerza necesaria para obtener la victoria que El desea. El simplemente pide que confiemos solo en El y continuemos siguiendolo a donde El nos conduce. Demosle TODO el honor y toda la gloria mientras mantenemos nuestros ojos siempre enfocados en Cristo y guardémonos contra el pecado de la confianza equivocada.
Tenga un Dia Centrado en Cristo!
Steve Troxel
Ministerios La Palabra Diaria de Dios