Crecer como Cristiano significa acercarnos más y desarrollar una relación más íntima con Dios. Esta relación comienza cuando nacemos en Su familia – cuando pedimos el perdón de los pecados a través de la fe en Jesús y comenzamos lo que tiene la intención de ser una eterna comunión de amor. El desea que confiemos en El en TODAS las cosas y oremos a El en toda ocasión; “sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias” (Filipenses 4:6).
Jesús prometió que nuestra oración sería escuchada y contestada; “pedid, y recibiréis, para que vuestro gozo sea cumplido” (Juan 16:24). Pero mientras elevamos nuestras peticiones podemos a veces ser confundidos por la respuesta de Dios. A menudo percibimos su respuesta como lenta en llegar, o estamos decepcionados con Su respuesta; aún comenzamos a dudar si Dios escucha nuestras oraciones.
Pero debemos recordar que hemos entrado en una relación eterna con el Soberano Creador del Universo! Subyacente en todas nuestras oraciones debe estar la firme creencia que “a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien” (Romanos 8:28). Dios siempre tiene un plan y Su plan es muy, muy bueno! Debemos confiar que Sus respuestas van a dar solución a nuestras verdaderas necesidades (y satisfacer nuestros deseos mas profundos) mucho mejor de lo que jamás hubiéramos esperado o imaginado.
Corto tiempo después que Jesús fue crucificado, Pedro y Juan fueron confrontados por un hombre inválido sentado a lado de la puerta del templo pidiendo dinero.
Hechos 3:6
“Mas Pedro dijo: No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy; en el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda.”
Hasta ese día el hombre inválido jamás pudo dar ni un paso. En su visión limitada del mundo, la única esperanza que tenía para una mejor vida era recibir algún dinero de aquellos que pasaban. Su petición era limitada por lo que el podía ver y entender – limitado por su fe.
Nuestro Padre amoroso siempre escucha nuestras oraciones – y El siempre responde. Su respuesta a la oración puede ser si, no, o espera…y a veces El contesta con, “Hijo mio, tengo algo mucho mejor para ti.”
La visión de Dios de nuestras necesidades (y Su visión del mundo entero) es mucho más alta y grande que la nuestra. Nosotros generalmente vemos nuestra necesidad como la solución a algún problema de corto plazo, pero nuestra verdadera necesidad es siempre crecer acercándonos y amándole más a El. Quitemos nuestros ojos de las muletas que pensamos que van a “arreglar” nuestro problema y veamos en su lugar al Único que nos está llamando, “Confía en Mi y ven a Mi presencia mientras que te levantas y andas!”
Tenga un Dia Centrado en Cristo!
Steve Troxel
Ministerios La Palabra Diaria de Dios