En los últimos dos mensajes, consideramos la gracia de Dios en nuestra Salvación así como en nuestro diario caminar Cristiano. Siempre que ponemos requerimientos a la fe, nos desviamos del verdadero mensaje del evangelio. Ciertamente necesitamos ser desafiados en cuanto a lo que la fe realmente significa y como una fe salvadora será manifestada por si misma en nuestra vida, pero nunca debemos alejarnos de la Salvación por gracia a través de la fe y nada más que la fe.
Gálatas 1:6-8
“Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente. No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo. Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema.”
Este es un serio llamado – que no podemos ignorar. Somos desafiados en los más duros términos a continuar caminando de acuerdo al verdadero evangelio.
Usualmente comenzamos este camino enfocandonos en nuestra propia vida. Despacio quitamos nuestros ojos de lo que nosotros podemos hacer y ver más hacia lo que Cristo ha hecho; “Es necesario que él crezca, pero que yo mengue” (Juan 3:30). Pero queda otro paso que debemos comenzar a tomar. Este importante paso es reconocer que la gracia que nos sacó del lodo cenagoso y puso nuestros pies en tierra firme (Salmo 40:2) es la misma gracia que trabaja en la vida de otros creyentes. Sabemos que no podemos hacer nada para ganar o agregar a nuestra Salvación, pero con que frecuencia ponemos “requisitos” a otros.
Hay algunas congregaciones donde todos los hombres visten corbata y traje durante el servicio de adoración. Aunque ellos puedan predicar la Salvación por gracia a través de la fe, tienen problemas con algunos que profesan amar al Señor pero vienen a adorarle en camisa y no cumplen con la “Ley de traje y corbata.” Igualmente, hay otras congregaciones que le adoran en pantalones cortos y camiseta. Aún cuando ellos predican la Salvación por gracia a través de la fe, tienen un problema con alguien que profesa amar al Señor pero viene a adorarle de traje y no cumple con la “libertad” que tenemos en Cristo. Ambos grupos miren al otro y dicen, “Como pueden ellos ser realmente salvos vestidos de esa manera?”
Este puede parecer un ejemplo trivial, pero yo confío que el Espíritu nos guiara para entender como esto aplica en nuestra propia vida. Pensemos acerca de cosas como el tipo de peinado o el tipo de adoración. Pensemos en esos “pecados” los cuales, en nuestra gran sabiduría, hemos identificado como indicaciones de verdadera Salvación pero sobre los cuales la Biblia se mantiene en absoluto silencio.
Debemos luchar para seguir a Cristo, rendido a El en obediencia; pero, al hacerlo, nunca debemos alejar a nadie del verdadero evangelio. Somos salvos por gracia por medio de la fe y nada más que la fe – y eso incluye a TODOS nuestros Hermanos y Hermanas en Cristo. Continuemos viviendo por gracia y diligentemente busquemos reconocer la gracia de Dios en los demás.
Tenga un Dia Centrado en Cristo!
Steve Troxel
Ministerios La Palabra Diaria de Dios