En el mensaje “Plantando y Regando” consideramos nuestro llamado para unirnos a Dios en Su trabajo de plantar la semilla de Su verdad y regarla con ánimo en cada oportunidad. También se nos recordó mantener nuestro enfoque en Dios mientras “trabajamos”, debido a que El es el Único que hace todas las cosas crecer.
Vemos este mismo principio en la parábola del sembrador que esparce la semilla sobre cuatro diferentes tipos de suelo.
Lucas 8:5-8
“El sembrador salió a sembrar su semilla; y mientras sembraba, una parte cayó junto al camino, y fue hollada, y las aves del cielo la comieron. Otra parte cayó sobre la piedra; y nacida, se secó, porque no tenía humedad. Otra parte cayó entre espinos, y los espinos que nacieron juntamente con ella, la ahogaron. Y otra parte cayó en buena tierra, y nació y llevó fruto a ciento por uno.”
Usualmente, esta parábola es considerada desde el aspecto de los diferentes tipos de suelo. El sembrador representa a cualquier persona que planta la semilla de la Palabra de Dios en la vida de alguien y los diferentes suelos representan los diferentes tipos de personas que escuchan el mensaje del evangelio. Hay ánimo para nosotros en estos versículos para que seamos terreno bien labrado, libre de mala hierba y listo para recibir la Palabra de Dios. Sin embargo, consideremos esta parábola desde el aspecto del sembrador.
En los días de Cristo, los campos eran plantados esparciendo o lanzando las semillas sobre todas las áreas del campo. En esta parábola, el sembrador nunca es criticado por desperdiciar tirando las semillas en el camino, en la mala hierba o en las rocas. El día de plantar llegó y el trabajo del sembrador era simplemente esparcir la semilla; el no tenía que evaluar el suelo. Y no había una técnica especial requerida para plantar. Mientras la semilla fuera esparcida en un área grande, esta alcanzaría la buena tierra y produciría cosecha.
Hemos sido enviados como granjeros a los campos de este mundo con la Palabra de Dios en nuestras manos y escrita en nuestro corazón; “id, y haced discípulos a todas las naciones” (Mateo 28:19). Mientras consideramos que hacer con nuestra semilla, debemos recordar que la condición de la tierra no debe ser nuestro principal enfoque. Dios nos ha confiado un mensaje que cambia vidas y es Su deseo que este mensaje sea “esparcido” a todos!
Hay definitivamente un tiempo para preparar la tierra, arrancar la mala hierba, y cavar las rocas que limitan nuestro crecimiento Espiritual y el crecimiento Espiritual de aquellos que están a nuestro cuidado; pero en el campo en el que Dios nos ha puesto ahora, siempre es un buen tiempo para plantar. Compartamos Su mensaje de amor y perdón, de la unidad y paz de Dios. ¡Un nuevo día ha llegado! Sin importar nuestra percepción del suelo – sin importar si creemos que estan listos – levantemos nuestra bolsa, pongámonos las botas, y estemos determinados a esparcir la semilla!
Tenga un Dia Centrado en Cristo!
Steve Troxel
Ministerios La Palabra Diaria de Dios