La Parábola del hijo pródigo contiene muchas lecciones prácticas en cuanto a relaciones (particularmente para los padres) que a menudo olvidamos que Jesús les dió esta parábola en respuesta a las acusaciones de los Fariseos; “Este hombre recibe a los pecadores y come con ellos” (Lucas 15:2). El mensaje del hijo pródigo es realmente acerca de nuestro Padre Celestial quien se regocija cada vez que un “pecador” vuelve su corazón a El en arrepentimiento. ¿Pero porqué Jesús habla acerca de DOS hijos? Cual fue el mensaje del hijo que permaneció en la casa?
El fue el hijo que calladamente vio a su hermano menor hacer demandas irrespetuosas a su padre; “Dame la parte de los bienes que me corresponde” (Lucas 15:12). El fue el hijo quien se quedó en la casa para trabajar los campos mientras su hermano “desperdició sus bienes viviendo perdidamente” (Lucas 15:13). Y el fue el hijo que se enojó con su padre y rechazó celebrar el regreso de su hermano: “He aquí tantos años te he servido, no habiéndote desobedecido jamás y nunca me has dado ni un cabrito para gozarme con mis amigos” (Lucas 15:29).
Este fue el hijo que siempre anduvo recto y fiel – caminó en obediencia – pero perdió la oportunidad de recibir bendiciones verdaderas en su caminar.
Lucas 15:31
“Hijo mío –le dijo su padre–, tú siempre estás conmigo, y todo lo que tengo es tuyo.”
El hijo estuvo “esclavizandose” con la esperanza que recibiría alguna bendición futura, pero su corazón no estaba sirviendo con alegría. El perdió la bendición verdadera de caminar día tras día con su padre y tener acceso libre de todo los bienes de su padre.
Como creyentes en la gracia salvadora de Jesucristo, entendemos que personas pueden ser salvadas en cualquier punto de su vida – sin tomar en cuenta sus pecados del pasado. El ladrón en la cruz recibió su salvación solo momentos antes de morir. Pero siempre hay un parte de nosotros que grita “injusto!” De alguna forma no nos parece justo cuando alguien ha trabajado tan duro por tanto tiempo.
Esta actitud muestra que también hemos perdido la bendición de caminar con nuestro Señor. Eternidad en el Cielo no es un premio por haber vivido en obediencia; es un regalo para aquellos que creen en Jesús. Nunca debemos sentirnos como “esclavos” bajo la carga de Sus mandamientos. Al contrario, tenemos que seguirle con alegría y obediencia porque sabemos que solamente en El se encuentra la paz verdadera, satisfacción verdadera…bendiciones verdaderas!
Sigamos a nuestro Señor con una perspectiva firme de la eternidad; pero nunca enfoquemos tanto en el futuro que perdamos las bendiciones que nos están dando hoy – las bendiciones del viaje! Renovemos nuestro gozo ahora de que se nos ha permitido caminar cada día a la par de nuestro Padre Celestial y regocijémonos cuando un corazón arrepentido vuelve a casa. Nunca cometamos el triste error de vivir la vida cargada del otro hijo.
Tenga un Dia Centrado en Cristo!
Steve Troxel
Ministerios La Palabra Diaria de Dios