En el mensaje “Mantenerse Como Un Niño” consideramos la necesidad de venir a nuestro Padre Celestial con el entendimiento que no tenemos la habilidad de salvarnos a nosotros mismos. Después vimos nuestro llamado para acercarnos a Dios continuamente como un pequeño niño acercandose a un amoroso Padre; “cualquiera que se humille como este niño, ése es el mayor en el reino de los cielos” (Mateo 18:4).
Pero, nosotros decimos, que seguramente Dios no quiere que nos mantengamos como niños. ¿Es que no quiere que crezcamos? Absolutamente! Pablo se dirigió a la Iglesia de los Corintios de una forma mas mundana que Espiritual porque ellos eran “como a niños en Cristo” (1 Corintios 3:1). La Iglesia estaba experimentando muchas pruebas porque fallaron en su crecimiento; “Os di a beber leche, y no vianda; porque aún no erais capaces, ni sois capaces todavía” (1 Corintios 3:2).
La Palabra de Dios nunca nos llama a mantener la fe o el entendimiento Espiritual de un niño. Estas sencillas cualidades son importantes, pero debemos crecer continuamente y afirmar nuestras raíces las cuales deberán superar la tormenta. Lo que somos llamados a mantener es la sencilla humildad de un niño. Debemos aprender a estar seguros en las manos de nuestro Padre y a “acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia” (Hebreos 4:16), pero nunca debemos permitir que nuestra confianza y seguridad nos lleven a un desagradecida presunción de Su gracia. Inicialmente llegamos a Jesús débiles e indefensos; y no importa cuanto crecemos – no importa lo profundo de nuestras raíces – nos mantenemos débiles e incapaces de agregar un solo grano a la gracia que ha sido vertida sobre nosotros.
Pero nuestra debilidad es buena! De hecho, nuestro entendimiento de la debilidad alejados de Cristo y nuestro continuo caminar en debilidad es una de las pocas ofrendas que podamos dar a nuestro Señor.
2 Corintios 12:9,10
“Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad… Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.”
Dios ha escogido desarrollar Su plan a través de las vidas de Sus hijos. Estamos para reflejar la luz de Cristo en un mundo oscuro y sin vida; “Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros” (2 Corintios 5:20). Y el mundo verá mejor a Cristo cuando quitemos nuestra propia fuerza percibida y permitamos que el poder de Cristo trabaje libremente a través de nosotros. Su poder se perfecciona cuando quito mi “yo” del camino y camino con humilde debilidad.
Es interesante que una de las mejores cosas que podemos dar a Dios es nuestro entendimiento de lo que no tenemos. Quitemos nuestro orgullo y de nuevo aproximémonos a Dios con las manos vacías. Ofrezcamos nuestras vidas en sacrificio vivo, como un sacrificio de debilidad.
Tenga un Dia Centrado en Cristo!
Steve Troxel
Ministerios La Palabra Diaria de Dios