En varios de los últimos mensajes hemos considerado la importancia de buscar a Dios y amarlo con TODO nuestro corazón. Este es un tema importante en lo relacionado con nuestra Salvación y la eternamente restaurada relación a la que El nos está llamando. Pero es también crítico para la forma en que vemos el mundo a nuestro alrededor y la forma en que funcionamos en las actividades de día a día.
El autor del Salmo 73 escribe con frustración acerca de las cosas que ve en el mundo. Él no puede comprender como los malvados pueden ser tan despreocupados y a la vez tan exitosos; “Sentí envidia de los arrogantes, al ver la prosperidad de esos malvados” (Salmo 73:3). Él sintió que incluso pudo haber perdido su tiempo manteniendo los valores de Dios; “En verdad, ¿de qué me sirve mantener mi corazón limpio y mis manos lavadas en la inocencia” (Salmo 73:13). Él siguió buscando respuestas, pero no encontró ninguna hasta que regresó a la adoración en la presencia del Señor.
Salmo 73:16-17
“Cuando traté de comprender todo esto, me resultó una carga insoportable, hasta que entré en el santuario de Dios; allí comprendí…”
Muchos problemas en nuestra vida, simplemente no pueden ser resueltos a través del razonamiento o entendimiento humano. A menudo tratamos de darle sentido a eventos de este mundo, o de una situación particular, solo para descubrir que no hay respuestas fáciles o soluciones aparentes. Pero, no importa que tan complicada se pueda volver nuestra vida, siempre debemos recordar que somos hijos de Dios – hijos del Creador del Universo! “Por la palabra del Señor fueron creados los cielos, y por el soplo de su boca, las estrellas” (Salmo 33:6).
Nuestro Padre Celestial no funciona de acuerdo a las reglas humanas. Él no está limitado por tiempo o espacio, y ciertamente Él no se guía por nuestros valores; “Mis caminos y mis pensamientos son más altos que los de ustedes; ¡más altos que los cielos sobre la tierra” (Isaías 55:9). Tenemos que entregar a Dios todo nuestra mente mientras intentamos a entenderle a través de Su Palabra y estudiar como El ha movido a través de la historia; pero también debemos entregarle a El todo nuestro corazón mientras que le adoramos a pesar de lo que veamos, pensemos o sintamos. Solamente en el santuario de la alabanza comenzaremos a verdaderamente entender.
Debemos llegar a nuestro Padre Celestial con un corazón que cree que estar en Su presencia es más importante que ninguna otra cosa en el mundo; “¿A quién tengo en el cielo sino a ti? Si estoy contigo, ya nada quiero en la tierra” (Salmo 73:25). Solo con éste tipo de pasión podemos acercarnos y comenzar a ver las piezas desconectadas de nuestra vida encajar perfectamente en él plan perfecto de Dios.
Regresemos al lugar en donde Él es todo lo que deseamos y todo lo que realmente necesitamos. Adoremosle con todo nuestro corazón y comencemos a comprender su maravilloso plan para nuestra vida. De una vez y para siempre abramos la puerta y entremos en su santuario!
Tenga un Dia Centrado en Cristo!
Steve Troxel
Ministerios La Palabra Diaria de Dios