En el mensaje “Entra en Su Santuario” vimos como las aparentemente complejas y confusas partes de nuestra vida con frecuencia se aclaran cuando abrimos las puertas de nuestro corazón y entramos en Su santuario. Sus caminos son mucho más altos que los nuestros, “más altos que los cielos sobre la tierra” (Isaías 55:9), y Su verdadero propósito no puede ser comprendido sin un corazón dedicado a glorificar a El en adoración.
Somos llamados a una vida de adoración y aunque usamos la frase “entrar en Su santuario,” Yo oro para que no venga como una sorpresa que la presencia de Dios no está limitada dentro de las paredes de nuestra iglesia. No le llamamos a “bajar” y unirse a nosotros cuando cantamos nuestras canciones, y El no esta más cerca como resultado de la expresión externa de nuestra adoración.
Mateo 28:20
“Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo.”
Una de las últimas promesas que Jesús hizo fue, que aunque El estaba regresando al Padre, siempre permanecería con nosotros – hasta el fin! La presencia de Dios está con nosotros ahora mismo! El está tan cerca como en nuestro mejor decorado centro de adoración, como esta cerca cuando viajamos en el bus o cuando estamos solos en el auto; “Nunca te dejaré; jamás te abandonaré” (Hebreos 13:5).
Una de las grandes bendiciones que la mayoría de creyentes nos perdemos hoy en día es el saber que nuestro Padre Celestial está mucho más cerca de lo que nos damos cuenta: “Si subiera al cielo, allí estás tú; si tendiera mi lecho en el fondo del abismo, también estás allí. Si me elevara sobre las alas del alba, o me estableciera en los extremos del mar, aun allí tu mano me guiaría, ¡me sostendría tu mano derecha!” (Salmo 139:8-10). El está MUY cerca, y Su gran deseo es que nos unamos a El en un intimo compañerismo para adorarle en cualquier circunstancia que enfrentemos en nuestros días.
Nos reunimos con nuestro Creador si estamos en continua comunión con El, ya sea en profunda adoración o en simple conversación, a lo largo del día. Debemos presentarle TODO pensamiento, palabra y obra a Sus pies como nuestra absoluta mejor ofrenda de amor. Cuando nuestros pensamientos impuros o nuestra engañosa lengua nos desvía, debemos inmediatamente reprenderlos, pedir a El perdón y regresar a Su presencia. Tan imposible como esto puede parecer, esta es la adoración que Dios desea – y la adoración que el merece. Debemos adoptar esto como nuestro estilo de vida ahora y continuar hasta que El nos lleve a casa.
Su presencia esta disponible para cada creyente! Algunos trabajos o ambientes de hogar pueden ser un desafío para esto, pero El ha prometido estar con aquellos que desean caminar con El, sin importar las circunstancias. Tengamos la determinación de darle gloria y honor a El y amarlo a través de TODO lo que hacemos, decimos y pensamos. Tengamos la determinación para el resto de nuestros días de adorar y vivir en Su presencia.
Tenga un Dia Centrado en Cristo!
Steve Troxel
Ministerios La Palabra Diaria de Dios
