En el mensaje “Viviendo una Vida Santa” vimos que aunque tenemos libertad en Cristo, también estamos llamados a vivir una vida de santidad. Mientras continuamos a caminar con Jesús, estamos llamados a esforzarnos por conseguir la pureza en nuestra adoración mientras entendemos que nunca podemos agregar nada a Su regalo de la Salvación.
Quizás esta relación se entiende mejor considerando nuestro “matrimonio” a Cristo; “pues los tengo prometidos a un solo esposo, que es Cristo” (2 Corintios 11:2). Jesús demostró Su amor por nosotros, Su novia eterna, cuando dio Su vida; y NADA “podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor” (Romanos 8:39). El prometió que nunca nos dejará ni nos abandonará (Hebreos 13:5), y aún “si somos infieles, él sigue siendo fiel” (2 Timoteo 2:13). ¡Su amor es perfecto!
Sin embargo, Su amor perfecto nunca debe producir autocomplacencia. No hay que temer perder nuestro Novio o hacerle huir, y no es necesario ganar Su aceptación. Pero si de verdad entendemos Su amor, debemos vernos obligados a regresar Su amor en todo lo que hacemos y traerle gloria y honor.
Cuando el pueblo de Israel alejaron sus corazones de Dios, a El le causaron gran dolor. Ellos eran Su pueblo escogido – Su novia escogida que les amaba tremendamente – y aún, continuaron a buscar una vida aparte de El.
Ezequiel 6:9
“Se acordarán de cómo sufrí por culpa de su corazón adúltero, y de cómo se apartaron de mí y se fueron tras sus ídolos malolientes.”
Este dolor todavía ocurre hoy en día cuando le negamos la porción más pequeña de nuestro corazón. Estamos casados a un Dios amoroso quien dio Su vida para que pudiéramos vivir; pero El también “es fuego consumidor y Dios celoso” (Deuteronomio 4:24). Cuando permitimos que nuestro corazón esté atraído a las cosas de este mundo o controlado por sus valores, llegamos a ser una novia adúltera; “¿No saben que la amistad con el mundo es enemistad con Dios?” (Santiago 4:4).
Muchas de nuestras conversaciones acerca de lo que es comportamiento “aceptable” para la novia de Cristo, pierdan la esencia verdadera de nuestra relación. ¡Debemos estar apasionadamente enamorados! Nuestro mayor deseo debe ser para hacer aquellas cosas que complacen el Novio – no las que le causan dolor mientras vivimos sobre la línea borrosa de lo que es “permisible.” Todo es permisible, ¿pero cuales cosas expresan nuestro amor?
Mantengamos nuestros corazones puros y comprometidos a El. Permanezcamos en El y amémosle a El con TODO nuestro corazón. Comprometamos a vivir el resto de nuestros días como una fiel y amorosa novia.
Tenga un Dia Centrado en Cristo!
Steve Troxel
Ministerios La Palabra Diaria de Dios