En nuestra serie reciente de mensajes, hemos considerado a Elías mientras presenció gran victoria en el Monte Carmelo y cómo después fue tomado por el temor y la soledad. Vimos como Dios proveyó consuelo primeramente a través de un ángel y después a través del suave susurro de Su presencia (1 Reyes 19:5-13). Pero Elías claramente reveló unas necesidades Espirituales de largo plazo que no podía ser ignorado; “Me consume mi amor por ti, Señor, …{pero} Yo soy el único que ha quedado con vida (1 Reyes 19:14).
Elías se sintió solo en su devoción a Dios y solo en su ministerio. Esta soledad estaba afectando su razonamiento igual como su capacidad de perseverar bajo el estrés. El necesitaba un compañero Espiritual quien pudiera motivarle y caminar a su lado. Dios reconoció esta necesidad y le mandó a Eliseo; “unge también a Eliseo hijo de Safat, de Abel Mejolá, para que te suceda como profeta” (1 Reyes 19:16). No iban a reemplazar a Elías; sino, dado las muchas “oportunidades” por desanimarse en el futuro, Dios proveyó a alguien para compartir la carga, proveer motivación, y ser entrenado por el futuro ministerio.
Eliseo estaba arando la tierra con un yunto de bueyes cuando Elías primeramente le llamó para seguirle. La respuesta de Eliseo fue inmediata y decisiva, y fue comprometido a Elías por el resto de su ministerio.
1 Reyes 19:21
“Eliseo lo dejó y regresó. Tomó su yunta de bueyes y los sacrificó. Quemando la madera de la yunta, asó la carne y se la dio al pueblo, y ellos comieron. Luego partió para seguir a Elías y se puso a su servicio.”
Nunca fue la intención de Dios que fuéramos a la batalla solos. Aunque El esta siempre a nuestro lado, listo para intervenir, Su Palabra también nos instruye a utilizar las fuerzas de otros; “Más bien, mientras dure ese “hoy”, anímense unos a otros cada día, para que ninguno de ustedes se endurezca por el engaño del pecado (Hebreos 3:13).
Inmediatamente después de crear el primer hombre, Dios dijo; “No es bueno que el hombre esté solo” (Génesis 2:18). Fuimos creados para ser personas quienes necesitan a otros; “Más valen dos que uno…Si caen, el uno levanta al otro” (Eclesiastés 4:9-10). Jesús demostró Su sabiduría mientras mandó mensajeros para proclamar que el Reino de Dios estaba cerca; “el Señor escogió a otros setenta y dos para enviarlos de DOS EN DOS delante de él” (Lucas 10:1). Tareas difíciles requiere apoyo mutuo y motivación.
Mientras viajamos a través del camino de Dios, escuchemos a Su consejo y no caminamos solos. Encomendemos nuestras vidas a nuestro Padre Celestial y busquemos otros creyentes quien nos motivarán a permanecer en Su presencia, alineados con Su perfecta voluntad. Oremos para que Dios nos bendiga con coraje y fuerza…y también con una abundancia de compañeros Espirituales.
Tenga un Dia Centrado en Cristo!
Steve Troxel
Ministerios La Palabra Diaria de Dios