A menudo consideramos nuestra necesidad de someter completamente nuestra vida a Dios y a la guianza de Su Espíritu – de poner nuestra vida en Sus manos y entregar el control de nuestras vidas. Deseamos estar en Su perfecta voluntad y servirle a El con todo nuestro corazón. Pero, ¿va nuestro deseo de servirle tan lejos como para considerarnos esclavos?
Romanos 6:20-22
“Porque cuando erais esclavos del pecado, erais libres acerca de la justicia. ¿Pero qué fruto teníais de aquellas cosas de las cuales ahora os avergonzáis? Porque el fin de ellas es muerte. Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna.”
La esclavitud tiene muchas conotaciones negativas; pero la verdad es que todos hemos nacido en esclavitud, esclavos del pecado. La única manera de liberarnos del gobierno del pecado y la muerte es pedir la transferencia de propiedad y convertirnos en esclavos de Dios. Nuestro nuevo Maestro entonces tiene la gracia y el poder para destrozar los nexos con el pecado y darnos el regalo de la verdadera libertad. Nunca somos libres por nosotros mismos, nunca somos nuestro propio maestro. Muchos viven bajo la ilusión de la libertad, pero somos esclavos del pecado o esclavos de Dios. Si rechazamos ser dirigidos por Dios, seremos absolutamente dirigidos y controlados por las atracciones pecaminosas del Mundo.
Si estamos luchando para romper las ataduras del pecado, primeramente debemos parar de pelear y someter nuestras vidas a Dios. Esta no es una batalla que podamos ganar en nuestras propias fuerzas! La única forma de ser verdaderamente libre es someternos a Dios y aceptar el regalo del perdón a través de Jesús. La sumisión no es un requerimiento opcional para Cristianos “maduros”; en lugar de eso, la sumisión es la esencia de la fe salvadora que comienza con admitir que no podemos salvarnos nosotros mismos y que tenemos que someternos a la gracia de Dios. La sumisión continúa mientras confiamos diaramente en Su gracia para vivir en acuerdo con los caminos de Su Espíritu.
Romanos 8:5-6
“Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu. Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz.”
Dios ahora está enviando Su llamado alrededor del mundo. En la quietud de nuestro corazón hemos oído Su llamado a acercarnos a una relación más íntima – una vida más consistentemente sometida a una verdadera devoción y adoración. Pero El nos pide que hagamos una elección: “escogeos hoy a quién sirváis” (Josué 24:15). Se nos ha ofrecido libertad del poder del pecado y la muerte. Abracemos por completo Su regalo, sometámonos a su guía, continuemos sometiendonos en cada oportunidad, adoremosle con todo nuestro corazón, y por siempre convirtámonos en…Sus devotos esclavos.
Tenga un Dia Centrado en Cristo!
Steve Troxel
Ministerios La Palabra Diaria de Dios
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