El ministerio de Jesús en la tierra solamente duró tres cortos años, pero Su mensaje continúa siendo predicado en estos días y se ha dispersado en casi todos los países e idiomas de todo el mundo. Cuando Jesús comenzó Su ministerio, El sabía que Su tiempo iba a pasar rápido. Pero en vez de tratar de predicar a cantidades grandes de personas, Jesús enfocó la mayoría de Su esfuerzo en un grupo pequeño de doce hombres.
Jesús enseñó a Sus discípulos acerca del Reino de Dios y como deberían aprender a amar verdaderamente; “En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si os tenéis amor los unos a los otros” (Juan 13:35). El les enseñó acerca del perdón de pecado a través del sacrificio de Su muerte, y acerca de su fuente verdadera de fuerza: “Permaneced en mí, y yo en vosotros…porque separados de mí nada podéis hacer” (Juan 15:4,5).
Jesús intensamente enseñó a Sus doce seguidores más cercanos con un propósito principal – El les enseñó de manera que estuvieran preparados para servir en el reino de Dios: “Id, pues, y haced discípulos de todas las naciones, bautizándolos…enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado” (Mateo 28:19-20). Jesús proveyó un modelo para un ministerio efectivo el cual debemos seguir ahora en día.
Efesios 4:11-12
“Y El dio a algunos el ser apóstoles, a otros profetas, a otros evangelistas, a otros pastores y maestros, a fin de capacitar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo.”
Cada uno de nosotros ha sido llamado a ser discípulo – un cercano e íntimo seguidor de Jesucristo. A nosotros se nos han dado diferentes dones y diferentes oportunidades de ministerios; pero el enfoque de un discípulo es siempre edificar el cuerpo de Cristo y amarlos con todo nuestro corazón. Nosotros ayudamos a otros a llegar a ser sus discípulos de la manera que les enseñamos a seguir a Jesús y proveemos las herramientas necesarias para servir.
Hemos sido bendecidos de tantas maneras. Por Su gracia se nos ha otorgado el perdón de pecados y se nos ha dado un lugar para alabarle por toda la eternidad. De la manera en que entendemos mejor esta maravillosa verdad, seremos saciados y llenados con una paz inamovible mientras caminamos en la presencia de Dios. Pero esta bendición nunca debe ser retenida egoístamente – debe ser compartida; “de gracia recibisteis, dad de gracia” (Mateo 10:8).
Yo oro para que cada día nos acerquemos mas en nuestra relación con Dios a través del perdón y amor de su hijo Jesús. Yo oro que ministramos en nuestra iglesia, nuestro trabajo, nuestra familia, o entre los amigos que Dios ponga en nuestro camino con amor y una verdad firme. Y yo oro para que cada uno de nosotros busque las maneras de edificar el cuerpo de Cristo preparando el pueblo de Dios para servir.
Tenga un Dia Centrado en Cristo!
Steve Troxel
Ministerios La Palabra Diaria de Dios
*****************************************************