En el mensaje “Seguirle a Nínive” discutimos la voluntad de Dios en términos de Su voluntad “general” y “específica”. Vimos que la Palabra de Dios ya nos da bastante dirección que aplica para cada Hijo de Dios. Nuestro Padre Celestial desea que cada uno de Sus Hijos sean “hechos conformes a la imagen de su Hijo” (Romanos 8:29). Y el proceso de ser formados es primordialmente de una adoración en obediencia en TODAS las áreas de nuestra vida. Pero luego viene Nínive!
La historia de Jonás y el pez gigante es una de las mas conocidas de la Biblia y provee un maravilloso ejemplo de como debemos seguirle cuando Dios llama. Cuando Dios tiene un llamado específico para nuestra vida El nos dará persistentemente una clara dirección y usará todos Sus infinitos recursos para asegurarse que comprendamos. Pero mientras leemos a través de la Palabra de Dios podemos concluir que este tipo de llamados específicos es relativamente raro. Para la mayoria, la voluntad de Dios nunca se mueve más allá de un llamado general de caminar en Su amor.
Si, la historia de Jonás enseña de la necesidad de seguir cuando el llamado de Dios es específico. Pero hay un principio aún más importante acerca de la voluntad general de Dios el cual aplica a todos nosotros casi cada día de nuestra vida. Este principio es descubierto examinando el porque Jonás huyó de Dios: “Levántate y ve a Nínive, aquella gran ciudad, y pregona contra ella; porque ha subido su maldad delante de mí. Y Jonás se levantó para huir de la presencia de Jehová a Tarsis” (Jonás 1:2-3).
Jonás no huyó de Dios simplemente porque Nínive estaba lejos en una tierra extranjera. Jonás corrió porque estaba disgustado (y aún odiaba) a la gente que vivía en esta ciudad del creciente imperio de Asiría. La gente de Nínive tenía una reputación de crueldad en la guerra, idolatría, y un irrespeto general hacia Dios. Jonás creció con un odio por Nínive y no podía soportar ser enviado a predicar allí. El no podía soportar la idea que esta gente tan odiada se arrepintiera y fuera bendecida por “su” Dios.
Jonás 4:2
“Y oró a Jehová y dijo: Ahora, oh Jehová, ¿no es esto lo que yo decía estando aún en mi tierra? Por eso me apresuré a huir a Tarsis; porque sabía yo que tú eres Dios clemente y piadoso, tardo en enojarte, y de grande misericordia, y que te arrepientes del mal.”
Donde, o quien, es nuestra Níneve?
Dios desea que todo el mundo se vuelva de su maldad y reciba Sus bendiciones. Y su llamado general es que entreguemos este mensaje de amor. Somos llamados a entregar el mensaje de amor a TODOS – especialmente a aquellos que naturalmente nos disgustarían o hemos “aprendido” a temer u odiar. Esta se vuelve una forma de adoración porque muestra nuestro entendimiento de la gracia que hemos recibido a través de la fe en Jesús – ninguno de nosotros puede nunca ganar el amor de Dios! Llevemos la voluntad general de Dios al campo de la misión que está frente a nosotros y adoremos a nuestro Padre aceptando el reto de ministrar a Nínive.
Tenga un Dia Centrado en Cristo!
Steve Troxel
Ministerios La Palabra Diaria de Dios
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