En poco tiempo después de que milagrosamente pasaron el Mar Rojo, “Los amalecitas vinieron a Refidín y atacaron a los israelitas” (Éxodo 17:8). Los israelitas no tenían el poder de ganar esta batalla por ellos solos, entonces Moisés mandó a Josué al campo de batalla y luego subió a la cima de la colina: “Yo estaré en la cima de la colina con la vara de Dios en la mano” (Éxodo 17:9).
Dios previamente había demostrado Su poder de la manera que Moisés levantó su vara para dividir el Mar Rojo (Éxodo 14:16). El también le había dicho a Moisés que usara la vara para causar que fluyera agua de la roca (Éxodo 17:5-6). Moisés ahora estaba confiando en Dios para demostrar su poder una vez más mientras levantaba su vara en la batalla.
Éxodo 17:11-13
“Mientras Moisés mantenía los brazos en alto, la batalla se inclinaba en favor de los israelitas; pero cuando los bajaba, se inclinaba en favor de los amalecitas. Cuando a Moisés se le cansaron los brazos, tomaron una piedra y se la pusieron debajo para que se sentara en ella; luego Aarón y Jur le sostuvieron los brazos, uno el izquierdo y otro el derecho, y así Moisés pudo mantenerlos firmes hasta la puesta del sol. Fue así como Josué derrotó al ejército amalecita a filo de espada.”
Moisés sabía lo que tenía que hacer, pero simplemente se cansó. Afortunadamente para el pueblo de Israel, moisés tuvo dos compañeros de confianza quienes le apoyaron y estaban dispuestos a sostener sus brazos hasta que la batalla fuera ganada.
Muchas personas han dedicado sus vidas a pelear la batalla por el Reino de Dios. Estos, quienes están siempre en el frente, se sienten grandemente fuera de número y tiene tendencia a cansarse. Ellos desesperadamente necesitan a un Aarón y a un Jur para llegar a su lado con oración y exhortación.
Yo me siento muy afortunado de tener personas por todo el mundo orando por este ministerio. Casi todos los días recibo notas diciendo “Gracias” y me animan a continuar; y me dejan saber que estoy cubierto en oración. Esta es una maravillosa bendición y confirmación de que estamos en el camino correcto!
Nuestros pastores, líderes de ministerios, misioneros, y aquellos quienes continuamente buscan maneras para servir necesitan este mismo tipo de apoyo; “Anímense unos a otros cada día, para que ninguno de ustedes se endurezca por el engaño del pecado” (Hebreos 3:13). Aquellos quienes sirven fielmente pueden tener la apariencia de ser fuertes y seguros, pero diariamente estan siendo atacados y sus brazos se están cansando – necesitan ser reafirmados y amados. Nuestros misioneros se han aventurado con gran fe, pero ellos también están solos y necesitan saber que alguien todavía se preocupan por ellos.
Muchos de nuestros hermanos y hermanas están en una batalla ahora. Seamos una continua “linea de abastecimiento” de apollo y oración. Seamos como Aarón y Jur, y sostengamos sus brazos!
Tenga un Dia Centrado en Cristo!
Steve Troxel
Ministerios La Palabra Diaria de Dios
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