Los últimos dos mensajes han considerado cómo debemos utilizar un juego de prioridades diferentes para formar nuestras metas y planes. Nuestra meta debe ser someternos completamente a nuestro Padre Celestial, y nuestros planes deben siempre permanecer bajo Su control. También vimos que una vida sometida a Dios está llena de oportunidad y entusiasmo. Pero tal vida sometida requiere disciplina y perseverancia. Aunque el mundo nos grite para que regresemos, tenemos que determinar a continuar viviendo según las verdades de la Palabra de Dios.
En 586 A.C., los ejércitos de Babilonia destruyeron el Templo en Jerusalén. Como 50 años después, los Judíos comenzaron a reconstruir; pero dentro de pocos años, sus prioridades empezaron a cambiar. Su propia comodidad y la condición de sus hogares llegaron a ser más importante que ser obedientes al llamado de Dios: “¿Acaso es el momento apropiado para que ustedes residan en casas techadas mientras que esta casa está en ruinas?” (Hageo 1:4). Dios mandó un mensaje a través del profeta Hageo que retó a la gente a reconsiderar sus valores y regresar al trabajo que habían iniciado.
Hageo 1:5-6
“Así dice ahora el Señor Todopoderoso: ¡Reflexionen sobre su proceder! Ustedes siembran mucho, pero cosechan poco; comen, pero no quedan satisfechos; beben, pero no llegan a saciarse; se visten, pero no logran abrigarse; y al jornalero se le va su salario como por saco roto.”
La gente se habían desviado de reconstruir el Templo a construir sus propias casas – de reconstruir sus vidas espirituales a construir la comodidad de sus vidas físicas – y encontraron que no importaba que tan duro trabajaron, nunca tenían lo suficiente. ¿No es sorprendente como las verdades fundacionales nunca cambian?
Hay más factores que influyen nuestras prioridades hoy en día que en cualquier otro tiempo en la historia. Hay más distracciones, más tentaciones, y muchos más “proyectos de construcción” que claman por nuestro tiempo y energía. Pero si nuestro enfoque permanece en construir solamente para nuestra comodidad y seguridad física, también seremos de aquellos que encuentran que NUNCA están satisfechos. Podría tomar muchos años para realizar esta verdad, pero sin un enfoque eterno en la gloria y el honor de Dios, todos nuestros esfuerzos desvanecen.
Nuestras vidas se han convertido en Templos de Dios – Templos que se están construyendo para alabar a El por todo la eternidad, y Templos que no deben caer en ruinas! Debemos construir la fundación de este Templo a través de oración íntima y la lectura de Su Palabra a diario. Tenemos que cubrir todo lo que construimos con un deseo sobre todo de amar a Dios “con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas” (Marcos 12:30).
Todos y cada uno de los días se nos da la tarea de construir Su Templo. No permitamos que se nos desvíe de esta tarea con proyectos que tan fácil se desvanecen. Reenfoquemos nuestras prioridades y con diligencia construyamos TODO para Su gloria.
Tenga un Dia Centrado en Cristo!
Steve Troxel
Ministerios La Palabra Diaria de Dios
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