Nada Muy Difícil

Jeremías había sido profeta por casi cuarenta años cuando Jerusalén fue atacada por los Babilonios. Por mucho tiempo el había estado proclamando un mensaje de arrepentimiento, pero la gente continuaba ignorando su suplica. Ahora el enemigo había rodeado Jerusalén y el fin estaba cerca. En este tiempo de gran agitación, Dios le dijo a Jeremías que comprara las tierras de su primo.

Esta era una petición extraña, pero Jeremías obedientemente compro las tierras. Sin embargo, el pronto comenzó a cuestionar las razones de Dios: “He aquí que con arietes han acometido la ciudad para tomarla, y la ciudad va a ser entregada en mano de los caldeos, ¡Oh Señor Jehová! ¿y tú me has dicho: Cómprate la heredad por dinero” (Jeremías 32:24,25). Jeremías había sido profeta por muchos años. A el le fue dado el privilegio de hablar directamente con Dios, pero este mandato simplemente no tenia sentido. ¿Por que debería el comprar terrenos cuando el enemigo estaba invadiendo y tomando prisioneros?

Dios respondió a Jeremías con una respuesta simple pero retadora.

Jeremías 32:27
“He aquí que yo soy Jehová, Dios de toda carne; ¿habrá algo que sea difícil para mí?”

Si, el enemigo había dividido la ciudad y pronto habrían invadido la ciudad de Jerusalén. Pero el plan de Dios era que un día la gente regrasara “He aquí que yo los reuniré de todas las tierras a las cuales los eché con mi furor, y con mi enojo e indignación grande; y los haré volver a este lugar, y los haré habitar seguramente; y me serán por pueblo, y yo seré a ellos por Dios” (Jeremías 32:37-38). Los terrenos de Jeremías serian un recordatorio que Dios un día restauraría a Su gente – un recordatorio de que podemos confiar en el aún ante las mas abrumadoras circunstancias.

A menudo sufrimos viendo como todas las piezas del plan de Dios se ponen juntas. El nos guía por un camino y nosotros fallamos en entender el propósito – especialmente cuando el enemigo comienza a atacar. Queremos luchar pero Dios dice que pacientemente confiemos en El y oremos. Queremos definir una solución y resolver el problema, pero Dios dice que le amemos con todo nuestro corazón y que compartamos de ese amor con los demás.

Los tiempos en que somos más probados deben ser los tiempos de mayor crecimiento y cercanía con nuestro Padre Celestial. Cuando parece que no tenemos a donde ir, debemos regocijarnos y confiar en El aún más! Pongamos nuestra vida firmemente en Sus Manos y sometámonos a su guía – aún cuando no vemos hacia donde vamos o como vamos a llegar alla. Confiemos en Sus caminos y siempre recordemos…que para Dios, no hay NADA muy difícil!

Tenga un Dia Centrado en Cristo!

Steve Troxel
Ministerios La Palabra Diaria de Dios

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