En baloncesto, el equipo con más puntos al final del juego gana. Pero si tratamos de aplicar las reglas del baloncesto al golf, perderíamos todo el tiempo. El golf se juega con diferentes reglas y requiere una estrategia diferente. No necesito decirles que es crítico comprender las reglas y valores del juego en el que competimos.
Un hombre rico vino a preguntarle a Jesús como obtener la vida eterna. El había sido un buen ciudadano, trataba bien a los demás, y acumuló mucha riqueza, pero Dios le dió una respuesta inesperada: “Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme” (Mateo 19:21). El hombre rico no pudo ver la conexión y se fue muy triste.
Mateo 19:30
“Pero muchos primeros serán postreros, y postreros, primeros.”
Jesús vino con el mensaje que las reglas de esta vida no son como parecen. El primero, según el estándar del mundo, no gana automáticamente. Cuando el reloj de la vida cuenta su último segundo, no será el de la mayor cuenta bancaria, la casa más grande, o mejores carros, quienes se levantarán victoriosos – ni siquiera será el pastor con la iglesia más grande, el que alimenta más hambrientos, o habla más acerca de Jesús. En cambio, serán únicamente aquellos que hallan hecho el verdadero trabajo que Jesús requiere; “Esta es la obra de Dios, que creáis en el que él ha enviado.” (Juan 6:29).
¿Hemos completado la obra de Dios? ¿Valoramos este “trabajo”?
Cuando a Jesús se le preguntó cual era el más grande mandamiento, El dijo; “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas” (Marcos 12:30). El más grande mandamiento debe ser nuestra principal prioridad y la fundación sobre la cual construimos nuestra vida, nuestra familia, y nuestro ministerio. Aún cuando otras cosas pueden ser divertidas, importantes, o aún necesarias, nunca debe permitirseles ocupar el trono de nuestra vida.
Muchos sentimos que nos estamos quedando cortos por nuestra decisión de seguir a Cristo. Vemos a otros prosperar y comenzamos a creer que debemos hacer concesiones para mantener el ritmo – pero las reglas del juego han cambiado! Dios tiene un plan diferente!! El mundo a nuestro alrededor tiene el uniforme equivocado, el equipo equivocado, y el manual equivocado. El gran engañador quiere llenarnos con duda, pero no debemos dejarnos persuadir.
No importa que tan fuerte grite la competencia que vamos en el camino equivocado, debemos decididamente continuar en el camino de la verdad. La victoria final ya está ganada y nosotros estamos en el equipo ganador! Cuando Dios nos dio a Su Hijo y nos dijo que creyéramos, El puso de cabeza las reglas del mundo. Nunca olvidemos que vivimos y respiramos de acuerdo a un nuevo conjunto de reglas. Sigamos por siempre nuestro Entrenador y con resistencia corramos dentro de Su plan!
Tenga un Dia Centrado en Cristo!
Steve Troxel
Ministerios La Palabra Diaria de Dios