En el mensaje “Cosechar El Torbellino” fuimos animados a no sembrar el viento de la incredulidad, porque una vida sin fe y la gracia salvadora de Jesús un día cosechará un eterno torbellino de fuego. El mensaje de sembrar y cosechar tiene una crítica aplicación en el destino eterno para muchos alrededor del mundo. Debemos diligentemente guardarnos contra las semillas de las falsas enseñanzas que nos llaman a ser tolerantes con el pecado y alejarnos del arrepentimiento y del verdadero perdón eterno de Cristo. Pero este mensaje también tiene aplicación directa a nuestro caminar eterno con nuestro Señor.
Sabemos que hay tiempos que enfrentamos severas pruebas que no tienen nada que ver con nuestra siembra y cosecha. Jesús dejó esto claro cuando dijo: “En el mundo tendréis aflicción” (Juan 16:33). Vivimos en un mundo pecaminoso y con frecuencia cosechamos lo que otros han sembrado; y para estos problemas, Jesús quiere que encontremos confort en El: “pero confiad, yo he vencido al mundo” (Juan 16:33).
Pero también debemos comprender que muchas de nuestras pruebas, y las pruebas de muchos a nuestro alrededor, son con frecuencia el resultado de una multitud de pequeños pasos dados fuera de la voluntad de Dios.
Gálatas 6:7
“No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.”
Es tonto pensar que podemos continuamente caminar fuera de la voluntad de Dios y no enfrentar consecuencias más adelante en el camino. Dios nos ama mucho y está esperando pacientemente para que nosotros volvamos nuestro corazón a El…pero Dios no puede ser burlado. Continuas desviaciones de Su camino nos pueden llevar a un largo y doloroso tiempo de extravío.
Debemos aprender esta lección y claramente enseñarla a otros: La obediencia en las pequeñas cosas es importante! No hay nada tan pequeño para justificar la falta de obediencia. “El que en lo muy poco es injusto, también en lo más es injusto” (Lucas 16:10). Debemos aprender y enseñar, muy temprano en la vida, la importancia de la honestidad y la verdad, el valor de la sumisión y respeto por la autoridad. El viento de la desobediencia comienza casi imperceptiblemente pequeño con “inocentes” mentiras e “inofensivas” faltas de respeto, pero con el tiempo crecen hasta que el torbellino de las consecuencias es inevitable.
Si estamos ahora cosechando un torbellino que sabemos que ha sido sembrado por nuestras propias manos, debemos arrepentirnos, buscar Su perdón, amarle y obedientemente confiar en El con TODO nuestro corazón, y pedir la fuerza para soportar. El torbellino va a terminar pero solo en el tiempo de Dios. Y si sabemos que hemos sembrado el viento de la desobediencia y aún visto la mano de Dios conteniendo el torbellino, debemos arrepentirnos, buscar Su perdón, amarle y obedientemente confiar en El con TODO nuestro corazón…y agradecerle por Su misericordia!
Demosle a El honor sembrando solo lo que da gloria a Su nombre. Examinemos de cerca nuestra vida, y las vidas de aquellos a nuestro cuidado, y estemos absolutamente determinados a parar de sembrar los vientos.
Tenga un Dia Centrado en Cristo!
Steve Troxel
Ministerios La Palabra Diaria de Dios