Ver Atrás Desde La Eternidad

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Rut vivió en la tierra de Moab al este de Canaán. Ella no era Israelita pero se casó con uno de los hijos de Noemí quien recientemente se había trasladado a Moab desde Judá a causa de una hambruna. Después de diez años el esposo de Rut murió. Noemí iba a regresar a su tierra y pensó que Rut debía quedarse con su gente en Moab. Pero Rut amaba a Noemí y deseaba quedarse a su lado.

Rut 1:16:17
“A dondequiera que tú fueres, iré yo, y dondequiera que vivieres, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios. Donde tú murieres, moriré yo, y allí seré sepultada.”

De vuelta en Canaán la vida fue dura para Noemí y Rut. Sin nadie que cuidara de ellas, Rut tenía que recoger los granos sobrantes de los campos solo para tener suficiente que comer. Afortunadamente, la ley Judía había provisto para este tipo de caridad al pobre. Como un forastero pobre en una tierra extraña, este era un período muy humillante para Rut.

Después de dos cosechas de reunir con fe el alimento para ella y Noemí, Rut se casó con Boz quien era dueño de los campos en donde ella trabajaba. Pronto tuvieron un hijo, y a Noemí se le permitió ayudar en el cuidado del pequeño. Su vida fue repentinamente, y maravillosamente mejorada; y aún cuando Rut debió ser relevada y estar satisfecha de tener un hijo, imagine su asombro ahora que puede ver atrás y ver los resultados de su vida aventajada por Dios. El esposo de Rut, Boz, fue un Israelita de la tribu de Judá. Su hijo se llamó Obed: “Este es padre de Isaí, padre de {el Rey} David” (Rut 4:17). De esta misma línea familiar (catorce generaciones más tarde), María daría a luz a un hijo llamado Jesús.

Nuestra visión del reino de Dios es MUY limitada. No importa cuanto lo deseemos, simplemente hay piezas de ese rompecabezas que no estamos en capacidad de poner juntas. Mientras caminamos sobre esta tierra y respiramos este aire lo más posible es que nunca veamos el propósito de nuestras luchas. Aún así debemos seguir de cerca al Único que nos conduce y dar todo nuestro corazón en cada tarea que se nos asigna – debemos confiar en Su plan perfecto.

Una luz brillante siempre penetrará la oscuridad. Y aún así podríamos no ver el impacto que tenemos en los demás, un día estaremos de frente con nuestro Padre Celestial cuando El revele como fuimos usados para Sus gloriosos propósitos. Un día tendremos frente a nosotros nuestra vida al descubierto y veremos claramente el uso de cada mano brindada, cada palabra de aliento, y aún cada sonrisa que compartimos en medio de nuestras pruebas. Nuestra vida tiene un gran significado y propósito – verdadero significado y propósito que gozosamente veremos cuando se nos permita ver atrás desde la eternidad.

Tenga un Dia Centrado en Cristo!

Steve Troxel
Ministerios La Palabra Diaria de Dios

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