¿Por que tantos “creyentes” están contentos de vivir una vida de mediocridad en Cristo – una vida parcialmente comprometido a seguir a Dios y parcialmente comprometido a seguir los caminos del mundo? Sin duda, hay algunos que solamente han puesto la cara del Cristiano y nunca han entregado su corazón a Dios a través de una fe salvadora en Jesús. Pero otros son creyentes verdaderos que desesperadamente necesitan una tunda espiritual!
Las cartas de Pablo forman una gran parte del Nuevo Testamento. Están escritas para dar instrucción acerca de la fe Cristiana y para estimular la perseverancia durante tiempos de prueba. Pablo frecuentemente escribió acerca de la sencillez del mensaje del evangelio; “Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios” (Efesios 2:8). Pero también escribió para animar a aquellos que verdaderamente ponen su fe en Jesús, a vivir una vida de servicio, santidad, e unidad.
Cuando aceptamos a Jesucristo como nuestro Señor y Salvador, empezamos una vida nueva. Somos liberados de la esclavitud del pecado (Romanos 6:22) y somos llamados a seguir a Cristo mientras somos conformados a Su imagen (Romanos 8:29). Pero Pablo vio a muchos creyentes sentados en la banca de la vida Cristiana; “les ruego que vivan de una manera digna del llamamiento que han recibido” (Efesios 4:1).
Pablo les anima “rogando” por una vida digna de Salvación. Esto no tiene que ver con ganar su entrada al Cielo; sino que, es una vida vivida en gratitud santa por el regalo que hemos recibido. La palabra que utiliza Pablo por rogar también puede ser traducida como implorar, suplicar, exhortar, o retar. El no esta dando palmaditas en la espalda que dicen, “Estas haciendo bien, sigue corriendo una buena carrera”, en vez, nos esta presentando un reto firme para acercarnos a Dios y entregar nuestras vidas completamente a El. Pablo utiliza la misma palabra en su carta a los Romanos.
Romanos 12:1
“Por lo tanto, hermanos, tomando en cuenta la misericordia de Dios, les ruego {suplico, exhorto, imploro, reto} que cada uno de ustedes, en adoración espiritual, ofrezca su cuerpo como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios.”
Hemos sido liberados y hechos nuevos! Somos una creación nueva y NO PODEMOS continuar caminando con un pie en el camino de Dios y con el otro caminando en puntitas entreteniendo tentaciones y deseos mundanos. Estos sencillamente no tienen lugar en la vida de un adorador del Único Dios Verdadero!
Hoy, somos retados a confiar en Dios más; a comunicarnos con El más y buscar Su presencia con más diligencia; a no ser desviados por las mentiras del mundo! Somos retados a amarle a El con TODO nuestro corazón, alma, mente y fuerza (Marcos 12:30). Mientras enfrentamos este día con su multitud de pruebas, vivamos una vida digna del llamado que hemos recibido y por siempre asumamos el reto!
Steve Troxel
Ministerios La Palabra Diaria de Dios
