En el mensaje “Ver Atrás Desde La Eternidad” vimos como un día, cuando estemos frente a nuestro Padre Celestial, veremos el extraordinario propósito en el camino que hemos recorrido. Si continuamos confiando y siguiendo el liderazgo de Dios, veremos como cada vuelta y curva en Su camino estaba diseñada para navegarnos a través de la jungla y mantenernos moviendonos hacia una relación más cercana con Dios. “En cuanto a Dios, perfecto es su camino, Y acrisolada la palabra de Jehová” (Salmo 18:30). Su camino es perfecto y sin falla; pero, por la voluntad soberana de Dios, se nos ha dado la libertad de elegir seguirlo o no.
Muchas veces vemos lo que parece ser una ruta más corta, y dejamos Su camino. Estos atajos percibidos están llenos de mala hierba que nos enreda y hace lento nuestro caminar con Cristo hasta el grado de un patético avance; “pero el afán de este siglo y el engaño de las riquezas ahogan la palabra, y se hace infructuosa” (Mateo 13:22). Todo el tiempo que pasamos lejos del camino de Dios obstaculiza nuestra relación y disminuye nuestra capacidad de producir frutos duraderos para el Señor.
Salmos 1:1-3
“Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado; Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche. Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae.”
Para mantenernos en el camino de Dios y continuar dando frutos debemos ser prudentes con respecto al consejo que buscamos. Muchas personas de buena voluntad dan consejos para seguir caminos “exitosos” y ridiculizan cualquier camino dirigido por Dios. Estos consejos deben ser evitados puesto que desde la misma definición de “éxito” hay un error! Un camino verdaderamente exitoso ES el camino dirigido por Dios!!
Mantenernos libres de malas hierbas requiere una activa búsqueda de Dios; “en Su palabra medita de día y de noche.” Si no nos consumimos a nosotros mismos con la palabra de Dios, seremos consumidos (por descuido) por los métodos del mundo. Jesús hizo una declaración parecida a Sus discípulos: “Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto” (Juan 15:15). Mantenerse en la vid es un proceso por el cual nos pegamos a Cristo y le amamos con TODO nuestro corazón. Nuestra vida se define y se consume por la vida de la vid.
Mientras permitimos que la palabra de Dios fluya por nuestra vida – mientras somos plantados en el río de Sus aguas – desarrollamos raíces profundas. Estas raíces llegan a ser una solida ancla que no sera halada durante la tormenta ni arrastrada por las rápidas corrientes de la tentación.
El camino de Dios es perfecto y Su carga es liviana; pero mantenerse en Su camino libre de mala hierba requiere compromiso, perseverancia, disciplina…y un fuerte recordatorio que NO hay atajos!
Tenga un Dia Centrado en Cristo!
Steve Troxel
Ministerios La Palabra Diaria de Dios