Dios nos amo tanto que dio a su Hijo como sacrificio por nuestros pecados, de manera que por fe podamos volver a una relación completa e íntima con nuestro Padre Celestial por toda la eternidad. Creo que a menudo olvidamos la magnitud de este amor: ¡estábamos muertos y El nos dio una forma de vivir!
Lamentaciones 3:22-23
“Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad.”
Dios ha expresado Su absoluto amor y compasión a través del perdón encontrado en Jesucristo. Este perdón es total y completo para aquellos que creen. Cuando ponemos nuestra confianza en Jesús, somos lavados – nos convertimos en “nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas” (2 Corintios 5:17). Y continuamos siendo lavados “cada mañana.”
Todos tenemos días en que nuestra naturaleza pecaminosa gana la batalla y nos tambaleamos. Tenemos un día cuando nuestro enojo, orgullo, temor, o codicia sale a flote y nosotros “hacemos lo que no queremos” (Romanos 7:16). Puede ser que necesitamos buscar el perdón y ganar de nuevo la confianza de aquellos a quienes hemos herido, pero el perdón de Dios y Su amor es gratis, solo tenemos que pedirlo; “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados” (1 Juan 1:9). Podremos perder algunas batallas, pero a través de Jesús, la guerra ha sido ganada.
Puesto que fuimos lavados – y seguimos siendo lavados – debemos parar de caminar como si estuviéramos sucios. Somos hijos de Dios y en el proceso de ser conformados a la semejanza de Su Hijo. Este proceso de madurez y crecimiento – de victoriosa transformación – debe continuar cada mañana. Debemos despojarnos de las pesadas cargas de los fracasos pasados (y del temor a futuras decepciones) y caminar en la frescura de su perdón.
¿Es nuestra relación con Dios fresca y nueva? ¿Aún comprendemos la magnitud del amor que abarca el regalo del perdón? ¿O hemos sido complacientes y fríos? ¿Cuando fue la ultima vez que nuestro amor por Dios fue tan fresco en nuestro corazón que no pudimos más que decir GRACIAS!?
Somos invitados a una relación con nuestro Padre Celestial – una íntima relación que involucra amar y ser amado; una relación que nos permite caminar en victoria para Su gloria y ser guiados por el poder de Su Espíritu. Entreguémonos por completo y recibamos todo de El. Levantémonos en Sus fuerzas y determinemos hacer nuestra relación de amor nueva cada mañana.
Tenga un Dia Centrado en Cristo!
Steve Troxel
Ministerios La Palabra Diaria de Dios