José tuvo algunos tiempos difíciles en sus primeros años. Sus hermanos trataron de matarlo y luego lo vendieron a los Madianitas. Estos lo vendieron como esclavo a Potifar, que era uno de los oficiales del Faraón. Luego José fue falsamente acusado por la esposa de Potifar y puesto en prisión donde permaneció por varios años – las cosas definitivamente no estaban marchando muy bien.
Luego un día José tuvo su oportunidad de hacer un cambio. El Faraón tenía ciertos sueños que lo inquietaban grandemente. Pero cuando envió por los hombres sabios de Egipto, nadie pudo ayudarlo; “y les contó los dos sueños. Pero nadie se los pudo interpretar” (Génesis 41:8). Le hablaron a Faraón de un joven Hebreo esclavo que estaba en prisión, pero había demostrado una habilidad única de interpretar los sueños.
Faraón rápidamente hizo traer a José desde la mazmorra; “Pero me he enterado de que, cuando tú oyes un sueño, eres capaz de interpretarlo” (Génesis 41:15). Esta era la gran oportunidad de José – la oportunidad de decidir obrar por cuenta propia y moldear sus circunstancias. El ciertamente merecía un descanso. Y después de todo, no ayuda Dios a aquellos que se ayudan a si mismos?
Desafortunadamente, esta es una de las citas más incorrectas atribuidas a la biblia – y una vergonzosa representación de Dios. Es mucho más exacto decir que Dios fielmente moldeará nuestras circunstancias para bien mientras diligentemente le buscamos a El y le amamos con todo nuestro corazón; y fielmente le seguimos hacia donde nos dirija.
José pudo usar este momento para traer gloria y honor a él mismo. Pero el había aprendido la importante lección que TODAS las cosas vienen de Dios y deben ser usadas para glorificar Su nombre.
Génesis 41:16
“No soy yo quien puede hacerlo respondió José, sino que es Dios quien le dará al Faraón una respuesta favorable.”
José ha recibido un maravilloso regalo, pero este regalo solo puede producir frutos mientras Dios trabaje a través de la vida de José. Esta fue la misma lección que Pablo trató de enseñar a la Iglesia en Corinto: “¿Quién te distingue de los demás? ¿Qué tienes que no hayas recibido? Y si lo recibiste, ¿por qué presumes como si no te lo hubieran dado?” (1 Corintios 4:7).
Es por la gracia de Dios que se cumple cualquier cosa; “separados de mí no pueden ustedes hacer nada” (Juan 15:5). Es por su gracia que tenemos talentos y habilidades – es por Su gracia que obtenemos dirección y motivación. De hecho es por Su gracia que tomamos el próximo aliento! Si Dios provee todas las herramientas, ciertamente merece TODA la alabanza. Nunca perdamos una oportunidad de usar estos regalos con los que Dios nos ha provisto. Y cuando nuestras vidas produzcan fruto, nunca perdamos la oportunidad de dar a El toda la gloria!
Tenga un Dia Centrado en Cristo!
Steve Troxel
Ministerios La Palabra Diaria de Dios