En el mansaje “Demosle Toda la Gloria” consideramos como José se dio cuenta que su habilidad para interpretar los sueños era solo por la gracia de Dios; “Dios quien le dará al faraón una respuesta favorable” (Genesis 41:16). También se nos recordó las palabras de Pablo a los Corintios,”¿Qué tienes que no hayas recibido?” (1 Corintios 4:7), y de las palabras de Jesús,”separados de mí no pueden ustedes hacer nada” (Juan 15:5). Darle toda la gloria a Dios refleja un entendimiento de quien somos en Cristo y, más importante, quien es El en nosotros!
De la manera que vemos la multitud de pecados ahora en el mundo, que causa a otros tal dolor, tenemos que recordar que todo pecado se origina en el orgullo y una falta de humildad – a la arrogancia, nuestra propia exaltación donde pensamos de nosotros mismos más alla de lo que deberíamos y, al final, tratamos de elevarnos a nosotros mismos más alla de Dios.
Santiago escribió acerca de esta arrogancia cuando dijo, “no hablen mal unos de otros” (Santiago 4:11). El dijo que cuando somos injustamente críticos de los demás, no solo desobedecemos la ley del amor de Dios, sino también estamos hablando contra la ley de Dios y estableciendo un juicio sobre la ley – y solo hay un Juez! (Santiago 4:11-12). La desobediencia voluntaria involucra elevarnos a nosotros mismos al trono de Dios y juzgar cuales de Sus verdades aplican a mi vida. Esta es la mayor arrogancia!
Isaías 14:13-15
“Decías en tu corazón: Subiré hasta los cielos. ¡Levantaré mi trono por encima de las estrellas de Dios! Gobernaré desde el extremo norte, en el monte de los dioses. Subiré a la cresta de las más altas nubes, seré semejante al Altísimo. ¡Pero has sido arrojado al sepulcro, a lo más profundo de la fosa!”
Este pasaje quizás se este refiriendo a un rey de la tierra en el tiempo de Isaías, o podría referirse a Satanás. Pudiera tener una interpretación dual. De cualquier manera, claramente detalla el verdadero corazón del orgullo así como el resultado final para tal corazón. Isaías nos esta previniendo acerca del peligro de intentar elevarnos al nivel de Dios. Después de todo, este intento fue lo que ocasionó la caída de todo el genero humano en el Jardín del Edén; “cuando coman de ese árbol, se les abrirán los ojos y llegarán a ser como Dios” (Génesis 3:5).
Debemos continuar examinando nuestro corazón y agresivamente eliminar todas las áreas de orgullo antes que estas infecten y contaminen todo nuestro ser. Podremos alguna vez deshacernos de todo orgullo? Podremos cesar todo pecado? Yo no creo que podemos! Pero se que el día que lo veamos a El cara a cara, seremos completamente transformados, completamente glorificados, y completamente capaces de alabarle por toda la eternidad. Hasta el día que El nos llame a casa, debemos decir continuamente, “A El le toca crecer, y a mí menguar” (Juan 3:30). Hasta ese día, diligentemente debemos combatir el pecado de la arrogancia.
Tenga un Dia Centrado en Cristo!
Steve Troxel
Ministerios La Palabra Diaria de Dios