Hemos oído el dicho y esta comprobado que es verdad: una vida no examinada no vale la pena vivirla. Si nos andamos en la vida sin evaluar quienes somos y que creemos, no hemos realmente vivido. Bien adentro, todos deseamos pararnos firmes y vivir según una colección de creencias. Esto requiere valor para ir mas allá de la superficie hasta lo mas profundo de nuestro alma! Sin este valor podríamos dar la apariencia de vivir, y quizá podríamos engañar a nosotros mismos por algunos años, pero siempre habrá un vacío hasta que veamos bien adentro y tratemos con lo que encontramos.
Dios sabe cada detalle de nuestro corazón; “Todo está al descubierto, expuesto a los ojos de aquel a quien hemos de rendir cuentas” (Hebreos 4:13). Pero nuestro Padre Celestial desea que sepamos lo que creemos mientras estamos siendo transformados; “Examínense para ver si están en la fe; pruébense a sí mismos” (2 Corintios 13:5).
De la manera que intentamos entender nuestro corazón – con todos nuestros motivos escondidos, orgullo, y egoísmo – encontramos que somos un poco difícil de comprender. Sin la ayuda Espiritual que Dios regala libremente, habrá partes de nuestra vida que permanecen cubiertas y oscuras. También podrían haber porciones de nuestro corazón que preferiríamos no enfrentar.
Salmo 139:23-24
“Examíname, oh Dios, y sondea mi corazón; ponme a prueba y sondea mis pensamientos. Fíjate si voy por mal camino, y guíame por el camino eterno.”
Es locura pensar que podemos esconder algo de Dios! Es igual una locura cerrar intencionalmente áreas de nuestro corazón de la examinación cuando sabemos que lo que esta adentro nos esta manteniendo separados de Dios. ¿Que creemos realmente? ¿Estamos viviendo consistentemente con esa creencia?
Se nos ha dado la Palabra de Dios como una guía; “una lámpara a mis pies” (Salmo 119:105). Y de la manera que profundicemos en Su Palabra, encontramos que la misma lámpara que quía nuestros pies también revela nuestro corazón: “Lámpara de Jehová es el espíritu del hombre, La cual escudriña lo más profundo del corazón” (Proverbios 20:27). Usando la Palabra de Dios para examinar verdaderamente nuestro corazón puede ser doloroso. Pareciera que tiramos de una capa solamente para exponer capas adicionales de pecado que ni sabíamos que teníamos; pero este proceso debe continuar sin temor!
Si deseamos vivir en Su presencia y traerle gloria y honor a El en todo lo que hacemos, necesitamos proponernos hoy a conocernos a nosotros mismos. Tenemos que saber que creemos, con todas nuestras fuerzas y debilidades, y saber nuestro nivel de compromiso a seguirle donde El nos guía. Abramos nuestros corazones y permitamos que Su Espíritu nos escudriñe y que nos limpie con Su Palabra. Sigamos según una creencia consistente y comprometámonos a vivir una vida examinada.
Tenga un Dia Centrado en Cristo!
Steve Troxel
Ministerios La Palabra Diaria de Dios