En estos tiempos de gran incertidumbre – en lo concerniente a la guerra, al terrorismo, y la economía – siempre recordemos, que nuestro Padre Celestial es el Creador del Universo. El formó los cielos y la tierra de la nada, y si ponemos nuestra confianza en El, El ha dado una promesa básica: “No te desampararé, ni te dejaré” (Hebreos 13:5). Su deseo para nosotros es que estemos más cerca en nuestro amor y adoración, y que permitamos que Su Espíritu remueva todo temor.
Salmo 46:1-3
“Dios es nuestro amparo y fortaleza, Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida, Y se traspasen los montes al corazón del mar; Aunque bramen y se turben sus aguas, Y tiemblen los montes a causa de su braveza.”
Aunque no tenemos certeza de lo que el mañana pueda traer, debemos tener confianza en El que realmente controla el mañana. Si creemos que Jesús murió por nuestro pecado, se levantó otra vez en victoria sobre la muerte, y está sentado a la derecha del Padre; si nosotros rendimos nuestra vida a lo que El es y lo que El hizo, nuestra morada eterna ha sido firmemente establecida; “nuestra ciudadanía está en los cielos” (Filipenses 3:20). Como hijos del Rey Soberano – como uno que cree en nuestro futuro eterno – no tenemos más razón para temer; “Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción” (Romanos 8:15).
Ya no tenemos razón, pero aún así tememos. Lo desconocido nos atemoriza y nos hace sentir fuera de control. Pero mientras oramos por un fin a la violencia – mientras tratamos de hacer este mundo más seguro, mejor educado, y más próspero – debemos comprender que hay una sola verdadera solución a nuestro temor.
Nuestros temores solo serán removidos si amamos al Señor con TODO nuestro corazón, alma, mente y fuerza. Cuando comprendemos que nuestra vida no es nuestra, amaremos con completo abandono a Sus deseos. Oraremos y viviremos cada día con la entrega demostrada por Cristo; “Padre…no se haga Mi voluntad, sino la Tuya” (Lucas 22:42). De la manera que vivimos cada día para darle honor y gloria a El, el temor SERA removido: “En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor” (1 Juan 4:18).
Si, estos días tiene alguna incertidumbre. Si continuamos enfocando en lo que podemos ver, siempre habrá incertidumbres. Pero nuestra fe, esperanza, y gozo están en Su eterna gloria – no en este mundo que un día pasará. Rechacemos que el temor a lo desconocido invalide nuestro servicio por Dios. Hay aún mucho trabajo que El tiene para nosotros. Oremos para que nuestro amor se incremente, que nuestra adoración se intensifique, y que nosotros valientemente nos pongamos de pie y proclamemos: “¡No temeremos!”
Tenga un Dia Centrado en Cristo!
Steve Troxel
Ministerios La Palabra Diaria de Dios