Hemos llegado a este lugar maravilloso donde nuestro único deseo es hacer la voluntad de Dios. Hemos comenzado a ver nuestro tiempo en la tierra con una perspectiva eterna y ahora estamos en el proceso de alinear nuestra vida con Sus deseos. Este es un paso de madurez significante para cualquier creyente, pero también puede ser un tiempo de gran frustración. Verdaderamente deseamos hacer la voluntad de Dios, entonces desesperadamente (y frecuentemente sin cesar) buscamos por Su voluntad.
Antes que fuéramos salvos, eramos controlados por una naturaleza pecaminosa. Esta naturaleza se manifestaba en una variedad de maneras; “inmoralidad sexual, impureza y libertinaje; idolatría y brujería; odio, discordia, celos, arrebatos de ira, rivalidades, disensiones, sectarismos y envidia; borracheras, orgías, y otras cosas parecidas” (Gálatas 5:19-21).
A través del Espíritu de Cristo, ahora tenemos el poder de liberarnos del control de la naturaleza pecaminosa. Y, aunque la mayoría de la naturaleza pecaminosa es claramente afuera del carácter de un caminar Cristiano, el pecado que es frecuentemente lo mas difícil de reconocer es de ambición egoísta. Aún en nuestra lucha de vivir según la voluntad de Dios, estamos continuamente batallando contra el deseo de lograr y cumplir.
El engaño suena tan bueno y espiritual: “Dios, dejame hacer algo realmente importante…para Ti! Estoy listo para tener un impacto GRANDE en Tu Reino.” Buscamos la voluntad de Dios como si fuera algún tipo de montaña para escalar, y después nos frustramos cuando parece que nunca llegamos a la cumbre. Pero la voluntad de Dios nunca es un destino. Su voluntad es siempre un proceso – siempre encontrada en el viaje! Su voluntad es que le amemos a El, confiemos en El, y que busquemos a El con todo nuestro corazón.
Salmo 9:10
“En ti confían los que conocen tu nombre, porque tú, Señor, jamás abandonas a los que te buscan.”
Cualquiera que busca honestamente la voluntad de Dios tiene un deseo fuerte de complacerle a El. Ellos aman a Dios con todo su corazón y están dependiendo de El para Su dirección como nunca antes. Este amor y confianza significa más para Dios que cualquier cosa que jamás pudiéramos lograr. Pero Dios nos permite que busquemos, porque la búsqueda es lo que nos lleva a Su trono.
Tenemos que continuar buscando Su deseo para nuestra vida y siempre estar preparados a seguir donde El nos dirige. Pero también tenemos que quitar las capas de orgullo lo cual requieren un logro de algo grande. Hemos encontrado Su perfecta voluntad cuando caminamos en humilde sumisión, con un corazón agradecido, y estamos activamente involucrados en la Búsqueda.
Tenga un Dia Centrado en Cristo!
Steve Troxel
Ministerios La Palabra Diaria de Dios