Durante el ministerio de Eliseo, una viuda vino a el por ayuda financiera. Los acreedores la habían amenazado con tomar a sus dos muchachos como esclavos a cambio del pago de la deuda. La mujer le dijo que todo lo que tenía era un poco de aceite; pero Eliseo le dijo como multiplicar milagrosamente ese aceite y pagar sus deudas.
2 Reyes 4:3-4
“El le dijo: Ve y pide para ti vasijas prestadas de todos tus vecinos, vasijas vacías, no pocas. Entra luego, y enciérrate tú y tus hijos; y echa en todas las vasijas, y cuando una esté llena, ponla aparte.”
La mujer reunió vasijas vacías y comenzó a llenarlas con aceite de su pequeño tarro. Ella continuó llenando las vasijas hasta que cada una de las que reunió estaba llena; “Entonces cesó el aceite” (2 Reyes 4:6). La mujer pudo vender el aceite y pagar su deuda.
Notemos que el aceite no paró de fluir hasta que el último tarro estaba lleno. Si la mujer hubiera colectado la mitad de las vasijas, el aceite habría dejado de fluir cuando ese número de vasijas se hubiera llenado. Y si ella hubiera colectado el doble de vasijas, el aceite habría continuado hasta que la última estuviera llena. La provisión de Dios era igual al número de vasijas colectadas – igual al número de vasijas que ella creyó que Dios podría llenar.
En nuestro limitado entendimiento de Dios, a menudo ponemos restricciones artificiales en lo que pensamos que El puede lograr; nuestras oraciones se limitan a lo que nosotros pensamos que es posible. Debemos regocijarnos cuando nuestras oraciones son contestadas, pero nuestro nivel de fe ha limitado lo que Dios proveerá. Pedro nunca habría salido del bote y caminado sobre el agua hacia Jesús estando limitado por el terreno de su propio entendimiento. Pedro permitió que Dios trabajara mucho mas allá de lo que pudiera comprender.
¡Por favor no lea este mensaje como una formula para una prosperidad mundana! La Palabra de Dios nunca enseña que todos seremos colmados con cosas materiales (esta es una fea distorsión de Su verdad), pero Dios desea que cada uno de nosotros confiemos en El más allá de los limites de nuestro mejor análisis y para acercarnos mas de lo que nosotros creemos posible. Pedro no necesitó comprender como la estructura atómica del agua debió ser modificada para proveer estabilidad, el simplemente necesitaba saber con certeza que Jesús estaba llamando; “Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti sobre las aguas” (Mateo 14:28).
Servimos a un Dios Maravilloso – más maravilloso de lo que jamás podremos comprender; “Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos” (Isaías 55:9). Nunca debemos creer que hay un problema demasiado grande para que El lo resuelva; “es poderoso para hacer todas las cosas mucho más…” (Efesios 3:20). Oremos con una fe que crea que nuestro Padre es el Creador del Universo, y rehusemos poner límites a la Provisión de Dios.
Tenga un Dia Centrado en Cristo!
Steve Troxel
Ministerios La Palabra Diaria de Dios