Un Amor Nuevamente Definido

En el mensaje “Un Vaso de Pureza” se nos dijo; “No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo” (1 Juan 2:15); y en el mensaje “Destruyamos los “Eos”” vimos nuestro llamado a destruir, sin compromiso, aquellas áreas que nos alejan de la adoración a Dios. Mientras estos mensajes son absolutamente ciertos, deben ser puestos en el contexto de la completa Palabra de Dios para ser comprendidos apropiadamente.

La Palabra de Dios es un mensaje de amor: Su amor por nosotros y Su llamado para amarle. Estamos para recibir Su amor, retornar Su amor, y demostrar Su amor amando a otros. Además debemos estar agradecidos por la bendición de Su provisión y por la hermosura de Su creación. Debemos estar tan llenos de paz y contentamiento que amemos nuestra vida…¿o no?

Lucas 14:26
“Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo.”

Estas deben ser las palabras más difíciles que Jesús halla hablado. Claramente, Jesús no esta llamándonos a una vida de odio. Esto sería completamente inconsistente con el resto de la Palabra de Dios; “Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros(Juan 13:34), y “Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Marcos 12:31). El problema no es con el uso de la palabra “aborrecer” por parte de Jesús, sino con nuestro entendimiento de la palabra amor. Con la misma palabra decimos que amamos la comida, nuestra mascota, a nuestra esposa, nuestra casa y…¿a nuestro Jesús? Perdónanos Señor!

Jesús no dice que debemos amar a nuestra vida y familia menos, sino que debemos amar a nuestro Padre Celestial más – mucho más! El dice que a menos que nuestro amor por Dios sea tan grande que nuestro amor por las cosas de este mundo parezca odio en comparación, entonces no comprendemos el amor que El desea y merece.

Somos llamados a amar a Dios con TODO nuestro corazón, alma, mente, y fuerza. Pero este amor no puede ser apropiadamente definido con nuestro limitado vocabulario. Mientras vivimos una vida de amor, NADA debe nunca acercarse a competir con Su lugar en el Trono. Solo El es digno de nuestra adoración y alabanza – solo El es digno de nuestro verdadero amor.

Ciertamente hay algunos comportamientos adictivos y malos hábitos que consumen tiempo que limitan nuestra relación con Dios: estas deben ser quitadas y destruidas sin misericordia y sin compromiso. Pero la mayoría de áreas de nuestra vida pueden ser colocadas en el orden apropiado elevando nuestro amor y pasión por Dios. Permitamos que los sentimientos hacia las bendiciones de este mundo sean como polvo al compararlo con la montaña de hambre y pasión por nuestro Padre Celestial. Quizá nunca tengamos la palabra apropiada, pero vivamos con un corazón dedicado a amar a Dios con un amor nuevamente definido.

Tenga un Dia Centrado en Cristo!

Steve Troxel
Ministerios La Palabra Diaria de Dios

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