La Montaña de la Fe

The_Mountain_of_Faith

Cuando Abraham tenía más de ochenta años de edad, Dios le hizo una maravillosa promesa: “un hijo tuyo será el que te heredará. Y lo llevó fuera, y le dijo: Mira ahora los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar. Y le dijo: Así será tu descendencia” (Génesis 15:4-5).

Muchos años pasaron sin ninguna indicación de que Dios cumpliría esa promesa. Finalmente, cuando Abraham tenía cien años (y Sara, su esposa tenía noventa) Dios cumplió Su promesa a través del nacimiento de Isaac. Pero cuando Isaac era un joven muchacho, Dios le dijo a Abraham que sacrificara a su amado hijo.

Génesis 22:2
“Y dijo: Toma ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, y vete a tierra de Moria, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré.”

No podemos siquiera imaginar recibir este tipo de mandato de parte de Dios. Abraham amaba a Isaac; e Isaac representaba el cumplimiento de la promesa de Dios. Pero Abraham ni siquiera cuestionaba el aparente conflicto entre la promesa de Dios y Su mandato – el simplemente creyó y obedeció. El tomó a Isaac y escaló la montaña, lo colocó sobre un montón de madera, y “tomó el cuchillo para degollar a su hijo” (Génesis 22:10).

Mucha gente especula acerca de la alteración en la mente de Abraham en este momento, pero las Escrituras no dan ninguna indicación que Abraham se halla visto ansioso o preocupado. El creía en Dios, creía en sus promesas, y su fe nunca pareció fallar. Mientras Abraham estaba a punto de matar a su hijo, Dios lo detuvo y le dio un carnero como sustituto en el sacrificio (Génesis 22:13).

Dios pasó a Abraham por una inimaginable prueba de fe – ¿pero por que? La prueba no era para Dios – ¡El ya conocía la fe de Abraham! La prueba pudo ser para fortalecer la fe de Abraham. Dios a menudo nos prueba como una manera de refinar nos y acercarnos a El. Pero yo creo que la razón principal para que a Abraham se le pidiera escalar esa montaña era para que nosotros pudiéramos tener un cuadro claro de lo que significa creer y confiar en Dios.

Creer es un punto central en el mensaje del evangelio, Es tan importante que Dios nos dio la imagen de Abraham que nos permite realmente comprender lo que Jesús quiere decir cuando dice; “para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:16).

Dios nos llama a creer. El está llamándonos a una vida de fe en la cual tengamos tal seguridad de Su presencia que El sea todo lo que necesitamos…todo lo que valoramos y estimamos. Entreguémonos completamente a El sin NINGUNA reserva – creamos verdaderamente! Entreguemos le TODO nuestro corazón y estemos dispuestos a sacrificarlo TODO por Su gloria y honor. De una vez y por siempre escalemos la montaña de la fe.

Tenga un Dia Centrado en Cristo!

Steve Troxel
Ministerios La Palabra Diaria de Dios

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